El peligroso populismo del candidato Lescano

Columna
El Montonero, 25.03.2021
J. Eduardo Ponce Vivanco, embajador (r) y ex viceministro de RREE peruano
Irresponsables declaraciones a un diario chileno

Aunque la mayoría desconfía de las encuestas, el candidato Lescano no solo está convencido de que su 13% lo hará presidente, sino que además declara como si ya lo fuera. Así lo traduce el titular de su entrevista del 23 de marzo en el diario chileno El Mercurio: “Le hago llegar al Presidente Piñera la petición de que Chile le devuelva el Huáscar al Perú”.

Con su labia característica y su imprudencia populista, no solo tocó ese tema tan delicado para la sensibilidad nacional. También dio a entender que Chile no respeta los derechos del Perú a utilizar las facilidades que le corresponden en el puerto de Arica, además de mencionar sumariamente otros problemas que considera pendientes en las relaciones peruano-chilenas. Peor todavía. Al día siguiente de esa entrevista, Lescano viajó a Tacna con el visible objetivo de levantar el tono de sus expresiones en un escenario particularmente sensible a la relación histórica con nuestro vecino.

La Asociación Nacional Promarina del Perú ha rechazado “categóricamente” la petición de Lescano al Presidente Piñera y ha recordado la voluntad expresa del Almirante Grau cuando dijo “Si el Huáscar no regresa victorioso al Perú, yo tampoco lo haré”, añadiendo que “el lugar donde debe reposar el monitor es en el fondo de Punta Angamos, de donde partió a la gloria el Gran Almirante del Perú”. Es pertinente recordar que la diplomacia peruana siempre ha compartido, sobriamente, la digna posición de la Marina nacional.

Por otro lado, olvidando que la inversión chilena es una de las más importantes en nuestro país, el candidato de una irreconocible Acción Popular dijo en El Mercurio que el Perú necesita una nueva Constitución porque la de 1993 “ha servido para favorecer a algunos pocos y lamentablemente ha dejado en abandono a la gran mayoría”. Más allá de que la radical disminución de la pobreza evidencia todo lo contrario, el desacertado juicio de Lescano es una clara condena al régimen económico de la Carta Magna, que sigue siendo la principal base jurídica de la inversión extranjera, uno de los principales motores del crecimiento económico y social del país en las últimas décadas.

Para rematar sus desatinos, y a pesar del rol económico subsidiario que la Constitución le asigna, afirmó que el Estado no puede limitarse a la regulación sino que también debe ser un “emprendedor”. En otras palabras, reiteró su intención de resucitar las empresas públicas que originaron la debacle económica de la dictadura militar (1968-1980) prolongada hasta el shock de 1990. A ello se suma el despropósito de su programa de gobierno que ofrece revisar los tratados de libre comercio, que son una poderosa herramienta para multiplicar nuestras exportaciones.

En el conjunto de sus desafortunadas declaraciones a El Mercurio llama la atención que la devolución del Huáscar fuera planteada por Lescano como la intención de hacer una “petición” al Presidente de Chile (“alguna vez habíamos pensado pedirle…”) en homenaje al Bicentenario del Perú y como una muestra de amistad. Pero cuando su desconcertado entrevistador le pregunta si formularía ese pedido en caso de llegar a la presidencia, el candidato responde: “Sí, sí, sí. Desde ahora le hago llegar al Presidente Piñera este pedido, no solamente al Presidente, sino a las instituciones de Chile”.

El conjunto de improvisados e irresponsables pronunciamientos y declaraciones del candidato Lescano a un diario chileno lo muestran como un aspirante a la Presidencia de la República para quien la política exterior del Perú no es un asunto de Estado sino otro de los temas de la política doméstica y partidaria de su agenda populista.

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