Columna Perfil, 29.05.2021 Felipe Frydman, embajador (r), columnista argentino y consultor del CARI
Las firmas estatales de China están en el centro del conflicto con Estados Unidos. Los EE.UU. sostienen que China incumplió con el compromiso de convertirse en una economía de mercado al ingresar a la OMC después del plazo de transición de doce años que es la base del compromiso multilateral. Las negociaciones con la Unión Europea para la firma del Acuerdo de Inversiones demoraron diez años por las definiciones sobre los subsidios y transparencia de las empresas estatales.
Los EE.UU. adoptaron restricciones para evitar que a través de fusiones y adquisiciones las empresas chinas puedan tomar la propiedad de firmas de alta tecnología. Los impedimentos alcanzan la compra de empresas sensibles, las exportaciones de alta tecnología, prohibición de invertir en acciones o bonos de empresas relacionadas con el complejo militar y la necesidad de informar sobre el uso de tecnología china con el fin de imposibilitar el uso de datos.
Las empresas del Estado (SOE) dependen de la Comisión de Supervisión (Sasac) que integra el Consejo de Estado. El Partido Comunista (PC) participa del organigrama empresarial a través de células para supervisar la conducción y el cumplimiento de las directivas oficiales. Esta tendencia se acentuó con el ascenso de Xi Jinping que ha enfatizado el liderazgo del partido comunista siguiendo el modelo leninista para construir una sociedad socialista con características chinas. Como dice Xi: “existe el norte, el sur, el este y el oeste pero en el centro está el Partido Comunista”.
El 15 de setiembre de 2020, el PC emitió la instrucción “Opinión en el fortalecimiento del Frente Unido de la Economía Privada en le Nueva Era” para impulsar la integración de los cuadros del partido y promover la modernización del sector privado con características chinas evocando el lenguaje presidencial. Las burocracias de la SOE responden al poder político para evitar su desplazamiento.
El control estatal se extiende a las inversiones y proyectos en el exterior. Los Lineamientos para esas operaciones fueron formulados por el Ministerio de Comercio, Relaciones Exteriores, Comisión Nacional de Desarrollo y el Banco de China para asegurar que responden a los intereses del país incluyendo los proyectos de la Iniciativa de la Ruta de la Seda (BRI). El Eximbank y CDB otorgaron 150.000 y 190.000 millones para proyectos del BRI desde 2013.
La centralización de las decisiones donde Estado, PC y SOE acaban siendo lo mismo: otorga al modelo chino una característica especial de homogeneización de objetivos. El Estado asume un papel determinante para definir la compatibilización de la cooperación económica con las prioridades políticas que termina en una relación desigual por condicionar la posición internacional del país receptor.
