Columna El Líbero, 17.12.2024 Andrés Montero J., ingeniero comercial y ejecutivo de empresa
Durante el gobierno del marxista Salvador Allende, se logró infiltrar casi toda la sociedad, salvo las FF.AA., y en cierta medida, la prensa. El gobierno de la Unidad Popular estatizó -sin pago alguno- las principales empresas del país, usurpó el campo chileno e intentó llevar adelante la ENU (Escuela Nacional Unificada). Aunque se propusieron perforar las FF.AA., lo lograron sólo parcialmente, lo que permitió salvar a Chile de una tiranía al estilo cubano, la cual lleva 65 años en el poder.
Venezuela y Nicaragua son dos casos parecidos, en que el control total de las FF.AA., ha permitido que los tiranos sigan en el poder. El caso de Venezuela es el más reciente en que, tras perder una elección, Maduro sigue y seguirá en el poder. El actual gobierno presidido por Gabriel Boric, tiene como principal actor de la coalición gobernante al Partido Comunista. No es casualidad que uno de los dos subsecretarios, específicamente Galo Eidelstein -militante del Partido Comunista- sea el subsecretario de las FF.AA. Es de público conocimiento que dicha subsecretaría ha incorporado masivamente comunistas sin experiencia en defensa o FF.AA. Revisar el organigrama de la subsecretaría, es constatar el pasado y presente ideológico de los funcionarios responsables de materias sensibles para la seguridad de la Nación.
El gobierno de Boric se da permanentemente gustitos, como es su total irrespeto por el estado de derecho al mantener privados de libertad a octogenarios y nonagenarios militares injustamente condenados. La persecución a las FF.AA., ha desembocado en una fuerte disminución del interés de los jóvenes por sumarse al servicio militar o a las escuelas matrices. Aunque los altos mandos han hecho lo imposible por mantener un alto nivel de profesionalismo en las dotaciones, la permanente crítica al rol de las FF.AA. chilenas, sumado al total abandono de la historia militar en los programas educativos, lentamente se han ido socavando valores y símbolos patrios.
Nuestros vecinos Argentina, Perú y Bolivia, están potenciando fuertemente su material bélico, mientras Chile disminuye su gasto en defensa, como porcentaje del PIB. Es destacable el programa de construcción de buques para nuestra Armada de Chile, pero no debemos confundir las naves de uso científico o de prospección, con aquellas de fines netamente defensivos. Lo mismo sucede en el Ejército de Chile, que pierde eficacia por reducción de presupuesto. Debemos tener presente que Chile siempre estará expuesto a los apetitos de los vecinos, los cuales se explican -o no se explican- por situaciones históricas. Lo grave de lo que sucede en la subsecretaría en cuestión, es lo que se proyecta con un cambio de gobierno. En efecto, el sector público chileno acumula y acumula ultraizquierdistas de difícil remoción. La inamovilidad es un cáncer de nuestro Estado. Este país es tan especial que se da el lujo de seguir pagando pensiones vitalicias a exonerados falsos, reconocidos por la propia Contraloría General de la República.
Si nos trasladamos de la calle Zenteno a Teatinos, nos encontramos con una Cancillería dedicada, preferentemente, a algo denominado como Política Exterior Feminista. Es difícil encontrar una estupidez más grande que ésta, sólo comparable con la nueva exigencia que le están haciendo a un proyecto de centro comercial que debe desarrollarse con “enfoque de género”, impuesto por el Servicio de Evaluación Ambiental. Hace pocos días la subsecretaria de Relaciones Exteriores, dictó en Ecuador una charla magistral sobre Política Exterior Feminista en la universidad UTE de Quito. Cuando el feminismo fanático va de regreso, nuestra Cancillería insiste en programas feministas que no tienen ninguna lógica.
Es oportuno mencionar la persecución de la que ha sido objeto el embajador José Miguel Capdevila, quien finalmente fue despedido del servicio exterior chileno, tras 43 años de servicio. Capdevila, tras iniciar su labor como embajador en Francia, se encontró con un terrible poder subterráneo que se oponía a que un funcionario de experiencia les diera instrucciones a subordinadas. Es un secreto a voces entre embajadores y funcionarios de carrera que el feminismo profundo se tomó la Cancillería. A Capdevila lo sacaron de la embajada en Francia, sin haberse concluido el sumario por “acoso laboral” impulsado por dos funcionarias que finalmente lograron su objetivo. El sumario resultó en nada tan reprochable y tras mantenerlo inactivo por más de un año en Chile, se le ofrece una embajada en un país sin relevancia. Lo increíble del caso, es entender que a alguien tan “acosador” se le ofrezca una embajada. Este caso está empezando, pues hay un trámite judicial pendiente por despido injustificado.
Es preciso conocer cómo se están evaluando a quienes ingresan al servicio exterior a través de la Academia Diplomática. ¿Cuál es el futuro de nuestra Cancillería y quiénes serán los futuros embajadores de carrera? ¿Serán profesionales al servicio de Chile o estarán al servicio de las ideologías “progresistas”? Leer los comunicados de cancillería tanto en su página web, como en la plataforma X, permite rápidamente hacerse una idea de lo sesgado de los mensajes, la tergiversación de la Historia de Chile y la proliferación de agregados diplomáticos de dudosa experiencia y capacidad. En una embajada en Europa, hay un “Agregado de Cooperación”. Llama la atención que los exembajadores, ya libres de la tutela de su empleador, no sean más frontales y directos a la hora de defender al ministerio que los cobijó por decenios. Siempre se ha dicho -y las autoridades lo recalcan permanentemente- que la política exterior es una política de Estado. No obstante, percibimos silencio frente a lo que sucede en Cuba. También hubo silencio cuando regresó a Chile Erich Honecker -cerebro del muro de Berlín- junto a Margot llamada “la bruja púrpura”. Para este gobierno, la infiltración de la Cancillería es un objetivo, como lo es la infiltración en las FF.AA. Ambos objetivos son coincidentes con el propósito de alcanzar el poder total.