Editorial La Tercera, 17.09.2016
"Los trabajos no se generan por casualidad, tienen que ver con la inversión y la confianza”, aseguró hace algunos meses el Presidente argentino, reiterando uno de los puntos centrales para lograr reactivar la debilitada economía de ese país, que este año podría contraerse en torno al 2%. Y en los últimos días dio un paso clave para lograr ese objetivo con el primer foro internacional de negocios en Buenos Aires, que reunió a casi 2.000 empresarios y CEO de las mayores compañías del mundo. El objetivo, sin embargo, debe ser transformar ahora ese interés por Argentina -al que se refirió el ministro de Hacienda transandino durante la apertura del encuentro- en proyectos concretos.
A nueve meses de haber asumido el gobierno, el mandatario argentino aún no logra reimpulsar una economía que lleva más de cuatro años virtualmente estancada, pese a haber alcanzado evidentes progresos en la normalización de las cuentas fiscales y en el clima de negocios. Si bien el ministro de Hacienda ha insistido que “las variables económicas están mejorando”, aún falta mucho por avanzar para concretar en 2017 un crecimiento de 3%, como aspira el gobierno. En ese sentido, las inversiones son un componente clave, pero no han logrado repuntar. En los últimos 12 meses, por ejemplo, la caída fue de un 3,8% con respecto al periodo anterior.
En ese escenario la apuesta de Macri por reunir a los potenciales inversionistas en Argentina con el fin no sólo de que exploren las potencialidades de negocios que ofrece el país sino sobre todo con el objetivo de restablecer confianzas y ofrecer certezas jurídicas a los inversionistas, es un paso positivo. Sin embargo, en la medida que ese nuevo clima no se traduzca en inversiones concretas el objetivo final seguirá pendiente y el escenario interno para el mandatario se podría complicar. Argentina requiere, según el gobierno, inversiones por poco más de US$ 130 mil millones al año para crecer, y en lo que va de 2016 ha logrado captar alrededor de US$ 40 mil millones.
