Idoneidad y eficacia en la gestión pública

Columna
El Montonero, 24.09.2021
J. Eduardo Ponce Vivanco, embajador (r) y ex viceministro de RREE peruano

Primeros nombramientos de embajadores políticos del actual Gobierno

Además de los comentarios que ha suscitado la gira del Presidente Castillo al exterior (CELAC, OEA, NNUU), sus primeros nombramientos de embajadores políticos en Bolivia (Carina Ruth Palacios Quincho) y Panamá (Richard Rojas) dan una idea más cabal de su verdadera “visión del mundo”, así como de las prioridades internacionales de su gobierno y del partido Perú Libre (que suelen no coincidir).

La señora Palacios Quincho, una dirigente de Perú Libre en Junín, fue designada e inmediatamente bienvenida por la Cancillería del gobierno socialista de Bolivia. Richard Rojas (también de Junín) no ha tenido la misma suerte, pues el Ministerio de RREE panameño todavía evalúa otorgarle el beneplácito solicitado. Tal vez los perspicaces dueños del Canal de Panamá y sus famosas zonas francas temen que, amparado en la inmunidad diplomática propia de un embajador, Rojas aplique artimañas financieras parecidas a las que favorecieron a su amigo Vladimir Cerrón y al propio Presidente.

La Bolivia de Evo Morales y Panamá (uno de los mercados financieros menos regulados del mundo) son las primeras prioridades presidenciales. En La Paz, la señora Palacios será –casi– una funcionaria más del gobierno dominado por las sombras del Hermano Evo Morales, el “Embajador del Socialismo del Siglo XXI” que entra y sale del Perú cada vez que Castillo y Cerrón necesitan sus servicios para promover la Asamblea Constituyente calcada del modelo boliviano o para crear nuevos sindicatos magisteriales extremistas como el FENATEP.

Más allá de lo que trasuntan estas designaciones en cuanto a la fuerza de Cerrón, la debilidad de Castillo o el interés de Perú Libre en la relación con los países mencionados, lo tristemente importante es la pobreza de la visión internacional que evidencian y que corresponde a la mediocridad de las personas escogidas para gestionar los asuntos nacionales con Bolivia y Panamá.

Es pertinente recordar al gobierno que está obligado a ceñirse a los requisitos que la Ley del Servicio Diplomático le impone para nombrar embajadores políticos en lugar de profesionales de carrera. Dicha ley establece que, además de haber nacido en el país, los peruanos designados para tales funciones deberán “ b)Tener capacidad y versación notorias. c) Prestar o haber prestado destacados servicios a la Nación. d) Observar una correcta conducta pública y privada. e) Carecer de antecedentes penales”.

Si bien tales disposiciones han sido concebidas para representar al Perú en el exterior, sería positivo que el Contralor de la República las tenga presentes cuando dicte las medidas que ha ofrecido sobre la idoneidad de quienes sean designados para administrar los intereses de la Nación, pues la realidad demuestra que la eficiencia en la gestión no es uno de los criterios que ha predominado en la composición del actual gobierno ni en los nombramientos que le corresponde efectuar.

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