Mañana lunes

Carta
El Mercurio, 04 de septiembre de 2022
Juan Martabit Scaff, embajador (r)

Hoy domingo el futuro institucional de Chile, como corresponde a un país democrático, radica en la decisión que cada uno de los votantes legítimamente decida.

Pero mañana lunes se juega la verdadera voluntad, marco y objetivo de hacer de nuestro país una tierra bendecida y eso depende del Gobierno, de las autoridades responsables, los líderes políticos y de algo tan simple, pero inexplicablemente huidizo, como demostrar que queremos construir una sólida democracia para cada uno de nosotros en los decenios que vienen.

En ninguna parte del mundo —ni siquiera en los llamados estados fallidos— estudiantes de los más importantes liceos públicos del país queman, a cuadras del Palacio de Gobierno, los buses del transporte público y simplemente no pasa nada.

En ninguna parte del mundo, y por años, alumnos lanzan molotov a sus compañeros, profesores, policías o meros transeúntes; en ninguna parte del mundo —hoy— existen regiones al interior de países en que diariamente se quemen sistemáticamente casas, centros educacionales y culturales, galpones, máquinas de trabajo, vehículos y, lo peor, se asesine, mutile o dejes graves a simples ciudadanos. Esas imágenes de destrucción y fuego no difieren mucho de las que lamentablemente se ven de Ucrania en estado de guerra o en aquellos llamados estados fallidos.

En ninguna parte del mundo se han quemado iglesias patrimoniales, y en torno a la gigantesca fogata de escombros ardientes un conjunto de individuos danzando a su alrededor. Esa imagen dio la vuelta al mundo y la inmensa mayoría del planeta la vio en sus pantallas. Como también, en ninguna capital del mundo, en pocas horas, se incendiaron decenas de estaciones del metro, supermercados y vandalizado zonas enteras.

Mañana lunes tiene que haber una señal clara y contundente de respeto a la ley, que los delitos se persiguen y sancionan con rigor; que la delincuencia se reprime y que en todo el territorio nacional se puede circular sin temor y civilizadamente.

Hoy cuesta mucho explicar en el extranjero a personas bien intencionadas, que quieren y aprecian a nuestro país, lo que ha sucedido en los últimos años. Ojalá que mañana lunes tengamos herramientas para demostrar lo contrario y que confíen que en ningún caso caeremos o correremos el riesgo de acercarnos a la lista de los estados fallidos.

No hay comentarios

Agregar comentario