Nominación pendiente de embajadores

Editorial
La Tercera, 15.11.2018

Transcurridos ocho meses desde la instalación del gobierno, aún hay algunas embajadas de Chile que permanecen sin que asuma el titular de la representación, como es el caso de Francia -de acuciante actualidad ante el asilo concedido allí al exfrentista Ricardo Palma Salamanca-, Italia y la India. Más allá de que algunos de los nombramientos aún no puedan ser comunicados por no existir el “agreement” necesario que impone la práctica de la diplomacia, o por otras razones como la renuncia de quien ha sido designado, es una situación inconveniente que hace más compleja la relación con aquellos países con los cuales se ha decidido establecer una relación diplomática perdurable y de alto nivel. Sin perjuicio de que la operación de la representación diplomática no se extingue ni suspende ante la falta de un embajador titular, es claro que el nivel de la misma está determinado por la naturaleza del cargo de quien la dirige.

Especialmente delicado es que en un sistema de relaciones, como son aquellas entre estados, donde las decisiones que toman las autoridades o la falta de ellas son señales que se interpretan y evalúan, se transmite un negativo mensaje al haber fallado en agilizar nombramientos en países que la política exterior chilena ha definido como significativos. Una actitud que transmite una aparente falta de interés en la calidad y profundidad de las mismas relaciones, sin que exista antecedente alguno de un proceso de designación que demandara tanto tiempo en aquellos países de mayor relevancia, como el caso de Francia, o lo que demoró nombrar al embajador en Estados Unidos, donde finalmente asumió quien se desempeñaba como subsecretario de la cartera de Relaciones Exteriores.

Por otra parte, resulta paradójico que frente al avance y resultados que ha mostrado Chile en su proceso de inserción en distintos escenarios a través de complejas negociaciones -basta ver los acuerdos y tratados de libre comercio y la Alianza del Pacífico, así como lo relativo a países del Asia Pacífico- el país presente a su vez deficiencias de esta naturaleza en sus relaciones internacionales, colocándolo en una posición de potencial fragilidad a la hora de velar por sus intereses, tal como parece estar demostrándose en el caso de Palma Salamanca, donde han sido evidentes las dificultades para transmitir la posición del gobierno chileno en distintas instancias políticas de Francia.

Es fundamental que la Cancillería agilice los nombramientos pendientes y evite incurrir en estas prolongadas vacancias, con sus consabidos costos. Esta situación causa sorpresa considerando que en el anterior gobierno del Presidente Sebastián Piñera se verificaron avances en nuestro servicio exterior al aumentar el porcentaje de diplomáticos de carrera en el cargo de embajador. Junto con subsanar los cargos pendientes, y existiendo en curso una reforma de modernización de la Cancillería -ley que entró en vigencia en el mes de marzo-, es necesario también avanzar en los reglamentos pertinentes que se encuentran pendientes, para atender las demás necesidades del servicio que están entrampadas.

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