Renovada tensión entre Chile y Perú

Editorial
Página Siete, 23.11.2015

Tal vez habría que atribuirles a los jueces del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya que existan hoy por hoy renovadas tensiones limítrofes entre Chile y Perú.

El fallo que puso fin a las discrepancias sobre el límite marítimo entre las dos naciones en enero de 2014, no cerró un tema que estaba pendiente desde antes y que, de alguna manera, resurgió con el dictamen del tribunal internacional: el del denominado "triángulo terrestre”, que ambos países se disputan.

La semana pasada, la tensión se colocó en su peor momento en años, después de que el presidente peruano, Ollanta Humala, promulgara el 7 de noviembre la ley de creación del distrito La Yarada-Los Palos, al sur de Tacna, que abarca la zona del mencionado "triángulo terrestre”.

Al ser una zona de soberanía disputada, el hecho de que Perú de facto asumiera que ése es su territorio, generó la comprensible reacción chilena, la que se vio incrementada porque coincidió con la realización de maniobras militares de ese país en cercanías de la región en la que está el señalado triángulo.

Éste, a propósito, mide solamente 3,6 kilómetros cuadrados. Más o menos la extensión del Parque La Muralla, ubicado frente al palacio presidencial peruano, en Lima.

A tanto llegó la crispación por parte de ciertos sectores de la sociedad chilena que el Gobierno de ese país tuvo que salir a anunciar que había que "mantener la calma” y que no se debía incurrir en un "nacionalismo exacerbado”.

Como hemos dicho, ambos países  se disputan la soberanía del pequeño triángulo que está inhabitado y es, como toda esa zona, desértico. Chile sostiene que el límite terrestre empieza en la intersección del paralelo que cruza el Hito número uno y llega hasta la costa, al norte de Arica, donde, según el fallo de la Corte Internacional de La Haya de 2014, se inicia el límite marítimo entre los dos países.

Para Perú, en cambio, la frontera terrestre entre ambos países comienza donde la denominada Línea de la Concordia llega a la costa, apelando para ello también al mencionado fallo, que señala que es posible que el inicio de la frontera marítima no coincida con el inicio de la frontera terrestre.

Por eso decimos que La Haya ayudó a causar este entuerto, en vez de, al redactar el fallo, zanjar este tema de manera definitiva.

De todas maneras, Chile y Perú muestran todo su conservadurismo al hacer cuestión de Estado de un pedazo de tierra sin significación alguna, una zona arenosa cuyo intento de controlar no representa otra cosa que la muestra de un vano orgullo y excesivo patriotismo. Ese triángulo debía declararse zona neutral, y punto.

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