Venezuela, quo vadis

Carta
La Tercera, 17.02.2024
Demetrio Infante Figueroa, embajador (r)

La primera vez que oí el dicho fue de boca de un caraqueño. Cuando Dios hizo el mundo, me dijo, se dio cuenta que había privilegiado a Venezuela: petróleo, ricas tierras, minas, generoso mar, etc. Entonces, para compensar, la llenó de venezolanos. En estos días ha venido a mi mente ese racionamiento.

Entre Chávez y Maduro van a completar 25 años de dictadura. Económicamente tiene una inflación de 100% anual, un cuarto de su población ha abandonado el país, su acción internacional se mueve entre Cuba, Rusia, Irán y otros socios parecidos. Quizás la excepción sea que es miembro del Mercosur; ello, producto del gesto argentino para “abonar” algo a la deuda en dólares que tiene con Caracas.

Este año debería haber elecciones presidenciales. Astutamente Maduro aún no se proclama como candidato, pero se las ha arreglado para que un tribunal manejado por él deje fuera de competencia a Corina Machado, quien hace poco obtuvo el 93% de los votos en una primaria y que en las encuestas dobla al actual presidente. Machado ha apelado al mundo internacional por elecciones libres, pero ha encontrado poco eco. Maduro, que es apoyado por el Ejército que cuenta con el mayor número de generales en el mundo en relación con el contingente y que tiene a Diosdado Cabello para impedir cualquiera oposición, tiene claras posibilidades de continuar en su asiento. Los países del área han dado poca importancia a la apelación de Machado.

Y pareciera que Venezuela desgraciadamente continuará por la senda que ha tenido en los últimos años y los esfuerzos para volver a la democracia serán estériles. Hay que recordar que en Juan Guaidó tuvo un presidente interino reconocido como jefe de Estado por varios países. Hoy ese esfuerzo democratizador es historia y la posibilidad que el empeño de Corina Machado corra igual suerte parece efectivo.

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