El enorme poder que se apronta a tomar el PC cuando asuma el gobierno de Boric

Columna
El Líbero, 02.03.2022
Daniela Bas, periodista

En suma, los tres ministerios que dirigirá el Partido Comunista en el próximo gobierno administrarán un presupuesto de $10,3 billones en 2022; pero más allá de los fondos algunas de las dependencias que les asignaron tienen una importancia estratégica, como la Subsecretaría de las FF.AA., descrita como la “caja pagadora” del Ministerio de Defensa.

Con tres ministerios a su cargo y seis subsecretarías, el Partido Comunista se posiciona como una de las fuerzas con más representantes en el gobierno que encabezará Gabriel Boric a partir del 11 de marzo. Una de las grandes interrogantes que aún no se ha resuelto respecto a la nueva administración es cuánto de su peso tratará de imponer el PC, siendo que se trata de la colectividad más grande dentro de Apruebo Dignidad.

De este modo se marca una diferencia respecto al rol que tuvieron en el segundo gobierno de Michelle Bachelet, y también en cuanto a su importancia durante la administración de Salvador Allende.

El posible regreso del comunismo al gobierno fue uno de los factores que marcó la elección presidencial del 2021, ya que traía consigo el recuerdo de la presencia de este partido en la Unidad Popular. Al igual que en 1970, el Partido Comunista tendrá 3 ministerios a su cargo: Trabajo, Ciencia y la Secretaría General de Gobierno. En cambio, en las subsecretarías, donde el Partido Comunista tuvo 4 en el primer año de Allende, ahora contará con seis: Fuerzas Armadas, Educación, Energía, Economía, Justicia y Telecomunicaciones.

De acuerdo con Alejandro San Francisco, director de formación del Instituto ResPublica, “al Partido Comunista no se le debe medir por sus números o por datos cuantitativos, sino por su participación cualitativa en el gobierno de Gabriel Boric y en la sociedad”, ya que explica que “los comunistas son mucho más relevantes que otros partidos que tienen la misma cantidad de ministros u otra representación relevante en el nuevo gobierno”.

Óscar Guillermo Garretón, exsubsecretario de Salvador Allende, asegura que el PC de entonces con el de ahora “no tienen nada que ver”. “Son dos partidos totalmente distintos, que lo único que tienen en común es el nombre”, plantea el histórico socialista, quien explica que, aunque el gobierno no se instala aún, la relación que se vio entre el PC y Allende fue distinta a la actual, pues en este caso “el PC ha buscado tironear al gobierno de Boric”.

San Francisco coincide en que el escenario político es diferente, pero sostiene que “la izquierda en general -el PC y el Frente Amplio- tendrá más poder que en el gobierno del presidente Salvador Allende”, ya que hoy “son mayoría, lo que nunca logró la Unidad Popular”. El académico de la Universidad de San Sebastián dice que “el PC tendrá más fuerza” y está de acuerdo con Garretón en que el tema de fondo respecto del presidente será “la percepción de lealtad, ya que no hubo partido más leal a Allende que el Comunista”.

En el gobierno de la Unidad Popular el PC tuvo los ministerios de Hacienda; Obras Públicas y Trabajo. En cuanto a las subsecretarías les correspondió dirigir Interior, Salud, General de Gobierno y Minería.

Hay que ver cómo se da esa relación en la actualidad, con una revolución en marcha, pero de naturaleza distinta a las previstas en el siglo XX y con un gobierno que recién empieza”, concluye San Francisco.

 

El primer comunista en la Subsecretaría de Fuerzas Armadas

Quienes conocen el funcionamiento del Ministerio de Defensa saben que los últimos subsecretarios para las Fuerzas Armadas han sido de exclusiva confianza del presidente Sebastián Piñera, dado que es un rol administrativo, pero que tiene importancia a la hora de evaluar los recursos de esa cartera y que debe tener relación directa con los comandantes en jefe y las instituciones armadas.

De ahí que adquirió relevancia el nombramiento del histórico militante comunista, Galo Eidelstein, en la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas, oficina a cargo del Ministerio de Defensa que encabezará Maya Fernández (PS).

Eidelstein es ingeniero civil electricista de la Universidad de Chile y psicólogo de la Uniacc. Su primer acercamiento con los uniformados fue el 2000, cuando fue el primer comunista becado por el Ministerio de Defensa para hacer el magíster en Seguridad y Defensa de la ANEPE para especializarse en la formación de los militares, gracias a las gestiones de la entonces secretaria general del PC, Gladys Marín.

Su nominación fue una de las que generó más polémica debido a su cuestionado desempeño en la Vicerrectoría de Gestión y Finanzas de la extinta Universidad Arcis. En conversación con El Líbero, la extesorera del histórico sindicato Nº 1 de trabajadores de la Arcis, Jacka Suazo, denunció irregularidades que van desde cuestionables manejos financieros hasta maltrato a los trabajadores.

“Nosotros como extrabajadores del sindicato repudiamos absolutamente el nombramiento de Galo Eidelstein como subsecretario… porque hizo quebrar dos instituciones súper grandes en este país”, dijo Suazo.

Una de las principales tareas que deberá asumir Eildestein como subsecretario será administrar el financiamiento de las iniciativas militares y lineamientos que establezca el Ministerio de Defensa. Su poder radica, principalmente, en un ámbito económico, ya que es una especie de “caja pagadora” que administra los recursos que van y vienen de Defensa y de las Fuerzas Armadas. Justamente el rol que le fue cuestionado en la Arcis.

La subsecretaría en sí misma cuenta con un presupuesto para el 2022 de $12 mil millones, sin embargo, estará a cargo de las arcas de todo el ministerio que suman sobre $1,7 billones.

Las mismas fuentes consultadas sostienen que es el subsecretario para las Fuerzas Armadas quien conoce a cabalidad los grandes proyectos de compra, adquisiciones y modernización de esa cartera, ya que será quien deba mover y autorizar en última instancia los flujos de dinero requeridos. A su vez, tiene el poder de retardar o acelerar diversos proyectos en el Congreso mediante los informes económicos que se realizan.

Advierten que esa misma oficina administra las pensiones del personal en retiro de las Fuerzas Armadas, mediante Capredena, además de los retiros, viáticos, nombramientos y traslados, donde podría tener incidencia directa en implementar modificaciones, ya que todos debe ser aprobado mediante decretos firmados por la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas. Sin embargo, el equipo del presidente electo descartó realizar cambios al régimen previsional de las FF. AA., que funciona con sistema de reparto y no de capitalización individual.

Entre ministerios y subsecretarías, los comunistas no son quienes más recursos podrán administrar durante el año 2022, según la Ley de Presupuesto aprobada, sin embargo, se posicionan en lugares estratégicos de la próxima administración. En suma, las tres carteras que estarán en manos de militantes del PC tendrán a su disposición $10,3 billones para llevar a cabo sus objetivos este año, superando, por ejemplo, a los 5 ministerios liderados por miembros de Convergencia Social que tienen $2,4 billones asignados.

Uno de los más relevantes será el Ministerio del Trabajo y Previsión Social donde asumirá Jeannette Jara, exsubsecretaria de Previsión Social en el gobierno de Bachelet y militante comunista desde los 14 años. Esa cartera tendrá un rol clave, tanto en la práctica como comunicacionalmente, ya que deberá asumir tareas como la reforma tributaria y las modificaciones a las AFP, sistema del que Jara no es partidaria.

Trabajo es el tercer ministerio que cuenta con más recursos para este año, detrás de Educación y Salud, con más de $9 billones a su cargo, monto con el cual la ministra del PC podría incentivar medidas populares de las cuales es favorable, como la reducción de la jornada laboral a 40 horas, una de las banderas que ha enarbolado con fuerza el comunismo.

Dentro del presupuesto de la nación para el próximo año, que en dólares asciende a USD $82.135 millones, Boric tendría a libre disposición un total de USD$ 1.820 millones, recursos que se asignan para que los presidentes electos puedan priorizar su agenda cuando hay cambios de mando. Según el economista Tomás Flores, estos son recursos que ya están aprobados, “sin que se especifique el destino con anticipación, a diferencia de todo el resto del presupuesto público, cuyo destino está prefijado”.

Ese monto no sería trascendental a la hora de establecer “cambios estructurales” o iniciativas populares que puedan favorecer a la ciudadanía, ya que, por ejemplo, solo un mes de pago del IFE Universal representa un desembolso de unos 3 mil millones de dólares.

En las subsecretarías también podría ejercer un rol relevante el Partido Comunista, en cuyo nombramiento se habló de una “compensación”, al quedar con seis de las 39, al igual que Convergencia Social y solo debajo de Revolución Democrática (8). Entre las seis administrarán $7,2 billones, aunque su importancia podría ser mucho más estratégica y cualitativa, que en cuanto a los recursos que administrarán, como lo demuestra el caso de la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas.

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