El norte de Chile

Editorial
La Razón, 26.03.2017
Las cifras de la zona franca revelan una parte del negocio que moviliza el contrabando

El norte de Chile depende en gran medida de Bolivia, de su iniciativa y proyectos de desarrollo. Por ejemplo, el puerto de Arica moviliza al 84% del comercio exterior del país; mientras que en Iquique, donde ya se siente el poder de la minería, existe una zona franca que activa la economía legal, pero también al contrabando, un círculo delictivo que daña a las dos naciones.Desde ese puerto, Bolivia importó en 2016 bienes de consumo y herramientas para el desarrollo por un valor de $us 2.807 millones, $us 1.300 menos que en 2015, según estimaciones preliminares del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), sobre la base de la información oficial recolectada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Una buena parte de esas importaciones corresponden a equipos que nunca antes había demandado Bolivia. Cabinas para los teleféricos, aspas para la generación de energía eólica, perforadoras de petróleo y maquinaria especializada para varias industrias que colapsaron la capacidad portuaria de Arica, según un reportaje que publicó La Razón el Día del Mar.

El puerto de Arica, golpeado además por la seguidilla de paros de funcionarios de Aduanas y funcionarios públicos de Chile, también fue rebasado por las exportaciones bolivianas. La cantidad de camiones con carga que bajan desde Bolivia es cada vez mayor, y es un reflejo del gran movimiento económico que alienta el país y que parece no llamar la atención de autoridades chilenas. Bolivia exportó a través de ese puerto chileno productos por un valor de $us 1.344 millones en 2016, $us 30 millones menos que en 2015, según reportes preliminares ya citados.

En Iquique, donde Chile no tiene obligaciones derivadas del Tratado de 1904, existe una zona franca (Zofri) cuyas ventas, libres de impuestos locales, fueron de $us 3.297 millones en 2016. El 43% de ese monto fue “exportación” a Bolivia y Paraguay, mientras que el 54%, para el mercado del norte de Chile, quedando solo un 3% para el resto del vecino país. Estas cifras, incluidas en los reportes oficiales de la Zofri, ponen en relieve el movimiento que genera este sistema ideado durante la dictadura de Augusto Pinochet, según recuerda el ex cónsul boliviano en Iquique Raúl Ruiz, quien cree que desde allí se alienta al contrabando que tanto daña al país.

Si los artículos comprados en la zona franca con destino al norte de Chile fue por un valor promedio de $us 1.700 millones al año, varias ciudades de esas regiones estarían inundadas de productos asiáticos. Pasa que mucha de esa mercancía llega a Bolivia por caminos ilegales, alentando también la economía informal que le hace daño al vecino país y a sus habitantes. Esta realidad, sobre la que Chile no actuó a pesar de sus compromisos, provocó varios incidentes fronterizos, siendo el más reciente aquel que derivó en la detención de nueve ciudadanos bolivianos. Aun así, el camino es el diálogo.

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