Carta El Mercurio, 05.04.2024 Demetrio Infante Figueroa, embajador (r)
Durante los dos procesos habidos en el país que pretendieron la dictación de una nueva Constitución Política defendí con fuerza y constancia la necesidad de que cualquiera fuera el texto acordado debería existir un Parlamento bicameral. Sostuve con convicción que la existencia del Senado era fundamental.
Por ello, recibí las más variadas descalificaciones y, en muchas oportunidades, se me puso como ejemplo el caso del Perú, donde rige un sistema unicameral. Pues bien, dentro de la anarquía política que vive hace ya tiempo nuestro vecino del norte, hoy día sobre las pocas cosas en que existe unanimidad entre los múltiples partidos políticos peruanos es en la necesidad de restablecer el Senado como un modo dar solidez al sistema constitucional.
Tiros y troyanos reconocen que el unicameralismo ha sido una de las causas principales del descalabro institucional que allí se vive. Es bueno tenerlo presente.
