Carta El Mercurio, 27.09.2023 Andrés Montero Jaramillo, ingeniero comercial
Con la renuncia de Bárbara Figueroa a su cargo de embajadora en Argentina, para asumir la secretaría general del PC, nuevamente se interrumpe la gestión diplomática en un país relevante para Chile. Estos eventos no deseados confirman que es más conveniente nominar funcionarios de carrera, o en su defecto, a personas dispuestas a cumplir períodos mínimos de ejercicio del cargo. Cualquier nuevo embajador tarda seis meses para empezar a ser productivo y darse a conocer con las autoridades del país anfitrión. La experiencia de las últimas nominaciones diplomáticas en España, Reino Unido, Francia y Brasil no fue muy feliz. Ahora se presenta un nuevo traspié. Ojalá que el presidente Boric saque lecciones de estos eventos y proceda en consecuencia.