Maya Fernández no debería ser ministra de Defensa

Columna
El Líbero, 31.01.2022
Sergio Muñoz Riveros, analista político

El presidente electo todavía está a tiempo de evitarle al país y ahorrarse a sí mismo un problema mayor en el momento de iniciar su gestión en marzo. No se divisan razones de peso para que haya designado a Maya Fernández Allende como ministra de Defensa. Se trata de una función de Estado en un ámbito estratégico, para la cual la diputada socialista no está calificada. Si la intención de Boric era nombrar en ese cargo a un representante del Partido Socialista, es obligatorio decir que en ese partido hay otras personas que poseen competencia en esa área, y que incluso han desempeñado otras responsabilidades en el ministerio de Defensa. Si primó en su criterio el deseo de efectuar un gesto de valor simbólico, debido a que Maya Fernández es nieta del presidente Salvador Allende, solo cabe decir que es preferible dejar de lado esta clase de simbolismos en los asuntos de Estado.

El país necesita en el ministerio de Defensa a una persona que posea los atributos políticos y, en lo posible, los conocimientos específicos, para establecer, en representación del presidente de la República, una relación de confianza y cooperación con las Fuerzas Armadas para llevar adelante las políticas de Defensa que, al igual que las Relaciones Exteriores, deben ser políticas de Estado. Entre los retos planteados a la seguridad interior en este momento sobresalen el terrorismo en la macrozona sur y las operaciones de narcotráfico ligadas al crimen organizado internacional.

Maya Fernández es hija de un agente de inteligencia cubano, Luis Fernández Oña, que desempeñó un controvertido papel en los años del gobierno de Allende. Con investidura de diplomático, Fernández Oña fue figura clave en las operaciones de intromisión del régimen de Fidel Castro en los asuntos de nuestro país. En ese período, la embajada cubana fue un verdadero enclave político, que buscó empujar la experiencia allendista hacia las posiciones de intransigencia revolucionaria que encarnaban el MIR y el PS de entonces. Beatriz Allende, la hija mayor del Mandatario, madre de Maya Fernández, se identificaba con esa línea de intransigencia y presionó por su aplicación desde su oficina en La Moneda, junto a la de su padre.

El Líbero publicó el domingo 30 de enero una crónica que aportó valiosos antecedentes acerca de la oscura trama de la intromisión cubana en Chile, en particular la dolorosa experiencia de Beatriz Allende, definida con razón como víctima de la dictadura cubana. Ella dejó una carta dirigida a Fidel Castro al suicidarse en Cuba en 1977, la cual nunca ha conocido su familia. La historia de Beatriz Allende necesita ser conocida por todos los chilenos, y merecería por lo tanto una investigación a fondo.

Estos antecedentes no pueden ser ignorados en momentos en que Maya Fernández se dispone a conducir el ministerio de Defensa. Ella vivió en Cuba hasta los 21 años y se radicó en Chile recién en 1992. Nunca ha ocultado su simpatía por el régimen de La Habana.

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