Carta El Mercurio, 25.07.2022 Richard von Appen, presidente de Sofofa
Desde hace varios años nuestro país está perdiendo competitividad en varios sectores, en especial en el agroindustrial.
En declaraciones del subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, José Miguel Ahumada, aparecidas en su cuerpo de Reportajes de “El Mercurio” del día de ayer, nos da a conocer que están trabajando en cerrar acuerdos comerciales con India, Indonesia y también en modernizar otros. Algunos de ellos serán difíciles de implementar y tomarán su tiempo, pero van, como política de Estado, en la dirección correcta.
A pesar de lo anterior, nadie entiende por qué aún no se ha ratificado el TPP11, firmado por nuestro país por intermedio de la presidenta Bachelet en marzo de 2018. Solo falta el trámite del Senado de la República. Este tratado genera de inmediato 350 mil empleos, acceso de 3.000 productos a nuevos mercados y recupera parcialmente nuestra competitividad frente a países que ya desde hace varios años están estancados o en franco retroceso. El año pasado las exportaciones de Chile a los países miembros del TPP11 cayeron un 36%. Para evitar lo anterior, solo se requiere la ratificación del TPP11 por la sala del Senado, donde duerme desde noviembre de 2019. Todo lo demás está hecho. ¿Por qué la demora?
El no hacerlo es un daño muy grande a nuestro país no solo por el empleo, sino también por el acceso a más oportunidades para todos los chilenos en momentos en que requerimos volver a crecer de manera sostenible de forma urgente.
