Columna El Mercurio, 25.01.2023 Shibuya Kazuhisa, embajador de Japón en Chile
Ayer, en Santiago, se lanzó el vehículo de pila de combustible de hidrógeno MIRAI, de Toyota Motor Corp. Es el primero de su tipo aprobado en Chile y que se produce en serie en el mundo, con cero emisiones (solo emite agua, no CO{-²} ni sustancias tóxicas), es decir, un vehículo ecológico superlativo.
Chile promueve firmemente la descarbonización y, bajo la actual administración del presidente Boric, apunta a la neutralidad de carbono para 2050 y a convertirse en productor y exportador de hidrógeno verde. Lanzar a MIRAI en el mercado chileno es un paso importante para lograr este objetivo.
Quisiera compartir sobre la política energética de Japón. Bajo el gobierno del primer ministro Kishida, Japón busca alcanzar su compromiso internacional de reducir el 46% de emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y la neutralidad de carbono para 2050, así como transformar la oferta y demanda de energía hacia un suministro energético estable y asequible. Asimismo, transformar la estructura industrial y social, para una sociedad en que todos puedan vivir con esperanza. Para ello, el gobierno se ha esforzado por cambiar la economía, la sociedad y la estructura industrial, centradas en combustibles fósiles, por otras centradas en energías limpias, estudiando medidas para reformar el sistema.
En julio pasado, se creó un foro público-privado para examinar medidas necesarias para aplicar la GX (Transformación Verde). Los principales temas fueron las medidas para reconstruir un suministro energético estable para, sobre esa base, formular una hoja de ruta para los próximos 10 años, con el fin de avanzar hacia la descarbonización.
La Política Básica para la Realización de GX se presentó en diciembre y está siendo sometida a consulta pública, junto con la legislación que se debatirá a futuro en La Dieta. Los contenidos principales son:
- Maximizar uso de energías limpias. En concreto, para ampliar la introducción de energías renovables, se elaborará un plan de desarrollo de la red y en los próximos 10 años se invertirá ocho veces más. Los reactores nucleares cuyo desmantelamiento esté decidido se sustituirán por otros de nueva generación.
- Inversión inicial de US$ 154 mil millones y US$ 1.2 billones en inversiones públicas y privadas en los próximos 10 años de parte del gobierno, para lograr la neutralidad de carbono en 2050 y reforzar la competitividad industrial y el crecimiento económico. Para avanzar en esta inversión GX, se concretará rápidamente una “estructura de tarificación del carbono orientada al crecimiento”. En concreto, el gobierno emitirá “Bonos de transición económica GX”, pondrá en marcha audaces inversiones, incentivará la inversión con la introducción de la tarificación del carbono y reforzará el apoyo financiero con asociaciones público-privadas.
- Promoción de la utilización de hidrógeno y amoníaco en una amplia gama de campos, como generación de electricidad, transporte e industria. Son energías que aportan a la neutralidad de carbono, contribuyen a un suministro estable al mejorar la autosuficiencia y ayudan a hacer frente a las fluctuaciones de la producción de energías renovables. Al importar hidrógeno y amoníaco del extranjero, hay que considerar conceptos internacionales como las emisiones de gases de efecto invernadero durante la producción, así como reforzar las relaciones con los países proveedores de hidrógeno con vistas a adquirir intereses en las fases iniciales.
El punto clave de la política energética de Japón es intentar equilibrar un suministro energético estable con la descarbonización, teniendo en cuenta no solo la descarbonización sino también la reciente situación internacional.
Dado que tradicionalmente Japón ha sido activo en la investigación y el desarrollo de tecnologías relacionadas con la descarbonización y que las empresas japonesas cuentan con fortalezas tecnológicas en varias áreas, hay gran margen para que Japón y Chile trabajen juntos hacia el objetivo común de aspirar a la GX. Esperamos que las tecnologías acumuladas relacionadas con la descarbonización puedan utilizarse para ayudar a Chile y a otros países del mundo a alcanzar sus objetivos de neutralidad en carbono.
