Boric en Buenos Aires

Columna
El Mercurio, 09.04.2022
Hernán Felipe Errázuriz, abogado y ex ministro de RREE

Correcto inicio de giras internacionales fue la visita del presidente Boric a Argentina. El mandatario le asignó la debida prioridad y recibió amistosa acogida. Las cancillerías demostraron buena organización.

Notoria fue la ausencia de la vicepresidenta Cristina Fernández. Siendo, además, presidenta del Senado, le correspondía reunirse con su par, el presidente del Senado de Chile, parte de la comitiva.

Prudentes las declaraciones del presidente Boric en Buenos Aires. No eludió entrevistas con fogueados periodistas. Tampoco omitió responder al desencuentro por la plataforma extendida argentina que desconoce derechos chilenos en la Región de Magallanes y de la Antártica. Se hizo cargo de los reclamos argentinos por dichos sobre “Wallmapu”, de la ministra Izkia Siches. Descomprimió el polémico nombramiento de una dirigente comunista como embajadora en Buenos Aires, militancia que no favorece las relaciones con peronistas, opositores, gobiernos de zonas fronterizas, sindicalistas y empresariado argentino, contrarios al marxismo.

Consabido es el potencial de las relaciones bilaterales y la dificultad de equilibrar las económicas. Son mínimas las inversiones argentinas en Chile y las exportaciones nacionales varias veces inferiores a las provenientes de ese país. No debería sorprender que la brecha se agrande por las convenientes importaciones de gas.

Imborrable es el recuerdo de los inmensos daños sufridos por millones de hogares y decenas de miles de industrias chilenas debido a los cortes de suministro gasífero, decretado por Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Chile aprendió de esa experiencia. De los compromisos con gobiernos argentinos hay que tomar precauciones. En este caso, fue la construcción de terminales para la regasificación de GNL, que permite importar gas desde otros países. Un esfuerzo público-privado impulsado por el presidente Lagos. Otra previsión es la transición energética en curso, hacia energías renovables no convencionales. En todo caso, seguimos importando gas por sobre $2.100 millones anuales, para una parte sustancial de la generación eléctrica y consumo de hogares. Las reservas de hidrocarburos están prácticamente agotadas desde finales de los 80; abastecían cerca del 50% del consumo nacional.

Aconsejable es que los mandatarios en sus giras exteriores incluyan encuentros con un amplio espectro político extranjero. No es fácil. Los gobiernos son reticentes a aceptarlo y negociarlo, prefieren reunirse entre amigos y evitar controversias. Los contactos con opositores los sugieren la volatilidad, alternancia del poder, la densificación y continuidad de las relaciones bilaterales. Lo que no vale solamente para las visitas a Argentina, donde, como en otras partes, es probable que la oposición vuelva a gobernar.

No hay comentarios

Agregar comentario