Columna El Mercurio, 12.01.2024 Henrik Bramsen Hahn, embajador de Dinamarca en Chile
Un cuento famoso del poeta danés Hans Christian Andersen recomienda no poner todos tus huevos en un solo canasto. Y los daneses han tomado ese consejo muy a pecho. Hoy, su sistema de pensiones consiste en tres pilares: pensión pública de reparto, pensión obligatoria y colectiva del mercado laboral, y ahorro individual voluntario.
Según el Melbourne Mercer Global Pension Index, el sistema danés es uno de los mejores del mundo. El camino hacia ese sistema mixto ha sido largo y no exento de arduas discusiones políticas, pero hoy existe un amplio consenso de lo beneficioso del sistema.
Desde 1956, todos y todas tienen derecho a la pensión pública. La única exigencia es haber vivido en Dinamarca cierta cantidad de años, independientemente de si has trabajado o no. Se financia a través de los impuestos generales. Hoy por ti, mañana por mí. Y se suplementa con otros beneficios estatales, tales como salud pública, subsidio municipal al arriendo, etcétera.
Desde 2023, la ley permite que los jubilados puedan seguir trabajando jornada completa sin dejar de percibir la totalidad de su pensión pública. El Estado danés es un Estado de Bienestar que cuida a sus jubilados.
Para aquellos con sueldos bajos, no había mucha diferencia entre sueldo y pensión. Pero para la gente con mejores ingresos se producía una baja importante al pensionarse. Las discusiones de cómo eliminar esa brecha comenzaron a surgir durante las negociaciones colectivas entre los gremios de empleadores y los sindicatos. Y a inicios de los 90, uno de los resultados de dichas negociaciones colectivas entre empleadores y el movimiento sindical fue la introducción gradual de pensiones obligatorias colectivas del mercado laboral como suplemento a la pensión pública y partiendo del común entendimiento sobre la necesidad de contribuir todos para mejorar las pensiones.
Aquí el trabajador o trabajadora acumula fondos individuales mientras trabaja, con porcentajes y beneficios de acuerdo con el resultado de las negociaciones colectivas de su rubro. Tanto el empleador como el trabajador contribuyen a estos fondos privados, en promedio un tercio el trabajador y dos tercios el empleador.
Aunque sea acumulación individual, se denominan pensiones colectivas porque no son producto de una ley, sino el resultado de las negociaciones colectivas que abarcan a la gran mayoría de los trabajadores en Dinamarca.
Los sindicatos y gremios de empleadores son dueños de estas administradoras privadas. Son sus únicos accionistas. Y las ganancias no pueden ser transferidas a los accionistas; deben ir íntegramente a mejorar las pensiones de sus afiliados.
Con esta estructura, los afiliados ejercen influencia sobre las inversiones de sus fondos. Y, en forma creciente, durante las asambleas generales de las aseguradoras colectivas, sus afiliados exigen invertir sus ahorros en la transición verde. Hoy las administradoras de fondos de pensiones colectivas se perfilan entre los grandes inversionistas en energía renovable, junto con el Estado y las empresas privadas. De esta manera, los fondos contribuyen doblemente al futuro de las personas.
Esas inversiones verdes incluso pueden beneficiar a Chile, ya que la empresa gestora de inversiones —Copenhagen Infrastructure Partners (CIP)— está investigando las posibilidades de una inversión mayor en la producción de hidrógeno verde en Magallanes con fondos de las aseguradoras de pensiones danesas.
Este sistema mixto también aporta a mantener el Estado de Bienestar, ya que con mejores pensiones, los municipios gastan menos en ayuda adicional a los pensionados. Así el sistema es doblemente solidario: primero la pensión pública se financia con los impuestos de todos; y luego las pensiones colectivas del mercado laboral permiten sostener los beneficios municipales para aquellos jubilados que solo reciben la pensión pública.
El sistema mixto se implementa gradualmente y será recién en 2080 que las pensiones de contribución privada representarán un porcentaje mayor que la pensión pública. Pero ya en la actualidad juegan un papel importante, tanto en las pensiones individuales como en la economía del país.
Invito a un intercambio abierto de experiencias e ideas. Siempre con el objetivo de asegurar una vida digna para la tercera edad.
