La CELAC, la importancia de los camélidos y la OMC

Columna
ExAnte, 01.02.2023
Alejandro Jara Puga, Ex director general adjunto de la OMC y exembajador de Chile ante la OMC
  • La ausencia de una referencia a la crisis de la OMC en la declaración de la Celac parece indicar que ella no es motivo de preocupación ni prioridad. Ese es el mensaje que América Latina y el Caribe transmiten al mundo: los camélidos son más importantes en la política internacional.

El 24 de enero se celebró la VII Cumbre de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).  Se aprobó una declaración que refleja “la importancia que tiene este mecanismo intergubernamental de integración regional, de concertación, unidad y diálogo político para promover y proyectar a América Latina y el Caribe en el debate de los temas de la agenda global”. La declaración consta de 111 puntos que presumiblemente reflejan las áreas prioritarias para la región en la agenda local y global, por ejemplo, temas sanitarios, seguridad alimentaria, drogas, medioambiente, desastres, ciencia, tecnología e innovación, mujeres, jóvenes y niñas, adolescentes, lenguas indígenas, discapacitados, corrupción, cooperación de Academias Diplomáticas, educación, etc. El párrafo 9 es notable pues destaca a los camélidos en el contexto de la seguridad alimentaria. Cuando todo es prioritario, nada es prioritario.

Sin embargo, al mismo tiempo, el sistema multilateral de comercio encarnado en la Organización Mundial de Comercio (OMC) atraviesa por la crisis más grave en más de 75 años. La OMC contiene las reglas fundamentales que regulan el comercio internacional y, por lo tanto, su cumplimiento y respeto son esenciales para asegurar que las decisiones de comercio e inversión sean las más eficientes posibles y no una respuesta a la ley de la selva. La supervivencia del sistema es vital para nuestra región, especialmente a las economías más pequeñas.

La ausencia de una referencia a la crisis de la OMC en la declaración de la CELAC parece indicar que ella no es motivo de preocupación ni prioridad. Ese es el mensaje que América Latina y el Caribe transmiten al mundo: los camélidos son más importantes en la política internacional.

Apenas un párrafo (29) invoca los principios de a la OMC a propósito de medidas restrictivas del comercio que algunos países aplican para conservar el medioambiente, lo que revela que las reglas de comercio son importantes para defender los mercados abiertos.

Otro párrafo (94) se refiere a la “alianza estratégica” del CELAC y menciona 10 foros internacionales entre los cuales no están la OMC, la UNCTAD, etc.

En definitiva, la lectura obligada es que el comercio internacional no es importante, la crisis de la OMC no interesa, y no tenemos nada que decir colectivamente al respecto. Esto es ciertamente una omisión y no es la primera vez que se produce en el CELAC. Hay una falla profunda y grave en la diplomacia económica de la región. El título de un reciente libro del expresidente Ricardo Lagos, el excanciller de México Jorge Castañeda y el autor también mexicano Héctor Aguilar Camín, “La Soledad de América Latina” es muy elocuente. Nos relegamos a una nota al pie de página en la historia contemporánea de las relaciones económicas y quedamos sometidos a los designios de otras potencias y regiones. Dejamos a la deriva los empleos, la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible. Otros países y regiones decidirán por nosotros, pero mirando sus intereses. Esto contrasta con las múltiples contribuciones que Chile y la Región han hecho en el pasado al multilateralismo.

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